MADRID, a 14 de mayo de 2020. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) reclama a todas las instituciones con competencias tanto a nivel nacional, autonómico como local planificar y organizar, tan pronto como la situación sanitaria lo permita, programas y medidas dirigidos a compensar las desigualdades educativas, así como para facilitar la conciliación laboral y familiar.

Para el colectivo, la desescalada hacia una nueva normalidad viene acompañada de una profunda preocupación e innumerables dudas y temores, tanto en términos educativos para el alumnado como económicos para los hogares, que afrontan un viejo problema, el de la conciliación, agravado en estos tiempos de crisis sanitaria.

De cara a paliar la situación de desigualdad que sufre un porcentaje elevado de estudiantes desde la suspensión de las clases presenciales, atendiendo correctamente sus necesidades emocionales y educativas, el colectivo insta a impulsar programas socioeducativos.

Al objeto de fomentar la conciliación, la Confederación española de AMPA propone que, paralelamente a las ayudas económicas o de otra índole que se pudieran adoptar, imperativas para los colectivos más vulnerables, se estudien medidas como “priorizar la flexibilidad horaria laboral, fomentar el teletrabajo, la planificación de escuelas de verano o campamentos inclusivos, así como como servicios socioeducativos con sus correspondientes actividades lúdicas y deportivas”, plantea.

“Estos servicios y/o ayudas podrían ir dirigidos a paliar el problema de conciliación, aunque priorizando al alumnado más vulnerable o con necesidades educativas. Debería incluirse la posibilidad de ofrecer comedor, gratuito para las familias en situación socioeconómica vulnerable, así como contar con becas y ayudas para el resto”, sostiene la presidenta de CEAPA, Leticia Cardenal, quien lamenta que “muchas familias no tendrán recursos para afrontar los costes derivados de estas actividades debido a la difícil situación que estamos viviendo”.

El movimiento de madres y padres, el de mayor representación de España, entiende que la organización de estas actividades recaerá principalmente en las administraciones locales, por lo que, a su entender, deberían contar con el soporte económico necesario para materializarlas, teniendo en cuenta, por otra parte, que tanto la situación sanitaria como las circunstancias socioeconómicas son diferentes en cada región e incluso dentro de una misma, por lo que se requerirán soluciones adaptadas a cada una, como por ejemplo, la bioclimatización de las aulas en las zonas más calurosas.

Todas estas propuestas -agrega- deben ir acompañadas de todas las medidas de seguridad necesarias marcadas por las autoridades sanitarias, puesto que el derecho a la educación debe ir de la mano del derecho a la salud.

El colectivo reclama, por otra parte, que “en cuanto las condiciones de seguridad sanitaria lo permitan”, se recupere la escuela como centro de educación y formación, transmisora del conocimiento y habilidades sociales, de compensación social y de entorno seguro de aprendizaje y juego para miles de estudiantes. “Con este propósito, es posible que haya que alterar muchas de las rutinas diarias, desde las entradas y salidas, usos de espacios comunes, agrupamientos máximos, medidas de transporte, horarios y jornada lectiva”, sostiene su presidenta.

Preparar el nuevo curso

Para la Confederación resulta “ineludible”, por otra parte, preparar el nuevo curso 2020-2021, “contando con todos los representantes de la Comunidad Educativa”, de tal forma que se puedan estudiar todos los escenarios posibles sin improvisaciones de última hora, aunque reconoce que, “con el desconocimiento existente sobre la pandemia quizá se escapen algunos”. “Si llega un nuevo confinamiento, el sistema social y educativo debe estar mejor preparado para afrontarlo”, reivindica el colectivo, para el que “la participación de las familias siempre ha de estar presente como agentes activos de nuestro sistema educativo”.

La equidad y la igualdad, en juego

El movimiento de familias recuerda que tras este periodo de cierre de centros ha quedado “más que constatado” que la educación telemática no garantiza la equidad para todo el alumnado, y muy especialmente para aquel con necesidades educativas especiales, a pesar de que el principal objetivo y función de la educación debe ser precisamente prevenir y compensar la desigualdad de oportunidades.

Si bien durante estos dos meses de confinamiento ha habido menores que, en términos de socialización, académicos o emocionales, han tenido un entorno familiar favorable, en muchos casos no ha sido así y la situación económica, laboral y sanitaria ha agravado la brecha social de forma exponencial.

CEAPA ha llamado la atención, por último, en que la responsabilidad del cuidado de los menores recae principalmente en las mujeres en la mayoría de los casos y que, si no se aportan soluciones, la brecha de género se agrandará, desandando un arduo camino. “Sin conciliación no hay espacio para la igualdad”, concluye el colectivo.