«A nuestros hijos e hijas hay que educarles para la libertad. De una manera integral. Porque no son nuestros hijos e hijas, son los hijos e hijas de la vida». Son palabras de nuestro compañero Camilo Jené, durante la presentación de la campaña contra el ‘pin parental’ que presentamos el pasado 7 de noviembre los colectivos que representamos la Plataforma Estatal por la Escuela Pública.

El ‘pin parental’ supone una fórmula para censurar los contenidos educativos que atenta contra la autonomía de los centros escolares y contra el interés superior del menor y su derecho a la educación, a lo que se une su intento de intimidar al profesorado. Por este motivo, desde CEAPA mostramos nuestra repulsa unánime a este tipo de medidas, que entorpecen la convivencia de los centros y vulneran el derecho a la educación del alumnado.

El partido Vox se presentó a las elecciones generales del 10 de noviembre presentando como una medida «urgente» la instauración del denominado ‘pin parental’, es decir, la «autorización expresa» de las familias para la asistencia del alumnado a charlas o talleres en los que se imparta contenido afectivo-sexual dentro del horario escolar. El partido de Abascal ya ha impuesto esta medida en comunidades como Andalucía y lo exige para apoyar los presupuestos en Murcia.

HaszteOir, por su parte, ha enviado a 23.000 colegios públicos y concertados de toda España ejemplares de un formulario para que las familias den su consentimiento escrito para la asistencia a actividades escolares complementarias en las que se aborden contenidos como la diversidad afectivo sexual.

Desde CEAPA recordamos que el respeto a la diversidad del alumnado es un derecho que no puede ser vulnerado por el interés particular de ninguna organización ni partido, sea cual sea su ideología.

Además, cualquier intromisión en la autonomía de los centros escolares es una fórmula de «censura» a los contenidos educativos. Si una familia ‘terraplanista’ que cree que la Tierra es plana,  o creacionista, que niega la evolución, se negara a que su hijo o hija recibiera contenidos sobre Geografía o sobre Darwin en Ciencias Naturales nos llevaríamos las manos a la cabeza. Con el ‘pin parental’ se abre de igual modo la puerta a la posibilidad de que una familia homófoba, machista o racista se niegue a que sus hijo o hija reciba información sobre diversidad, igualdad o interculturalidad.

«Las familias participamos en los Consejos Escolares y sabemos qué es lo que se trabaja en los centros. Nosotros creemos en la comunidad educativa y creemos en los acuerdos de docentes, alumnado y familias. Disponemos de la Acción Tutorial y de la Programación General Anual. Todo se envía a la administración, por lo tanto toda la información llega y se sabe perfectamente qué se trabaja en los centros», respondió Jené a la pregunta de los periodistas sobre si las familias reciben información sobre estas charlas.

Además, la programación, dirección y supervisión de la puesta en marcha de los proyectos educativos disponen de una completa y clara regulación de las actividades que los centros desarrollan en el marco de sus planes de acción tutorial (PAT), en sus diferentes programaciones didácticas o en sus actividades para el desarrollo integral del alumnado, incluido el apartado afectivo-sexual y emocional.

Desde CEAPA «somos conscientes de que aún queda camino por hacer en materia de educación sexual en los centros, así como para garantizar una educación en igualdad». En este sentido, actuaciones como el ‘pin parental’ se sitúan de forma nítida en contra del derecho a la educación integral de nuestros niños y niñas.

No debemos olvidar que el alumnado debe recibir una educación integral basada en valores colectivos e inclusivos, con lo que este tipo de medidas pueden ir en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (art 1 y 2), la Convención sobre los derechos de la infancia, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (Art 21), la Constitución Española (Art 9.2, 10, 14, 15 y 27), la Ley Orgánica para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Art 1, 78, 84.3 y 124.2) y la propia Ley Orgánica de Educación.

Un palo en la rueda de la convivencia

Las actuaciones que promueven el ‘pin parental’ han sido ya denunciadas por fomentar el discurso del odio ante diversos organismos, incluida la Fiscalía General del Estado, y ante algunas comunidades autónomas en función de su propia normativa LGTBI.

Los colectivos que integramos la Plataforma exigimos una repulsa unánime contra todas aquellas organizaciones o partidos políticos que anteponen su interés al del menor. Para tratar este problema, solicitaremos reuniones, por la vía de urgencia, con la ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, Isabel Celaá, y con los diferentes partidos políticos del arco parlamentario.

Descarga aquí el comunicado de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública sobre el ‘pin parental’.